La restauración de arte es una disciplina que contribuye a la integridad física y conceptual de la creación artística.. Una praxis incorrecta puede distorsionar la apreciación de la obra al intervenir en la continuidad de su discurso original.. El restaurador decide qué tan ético es modificar una pieza incluso cuando la intención es regenerar pérdidas. Su criterio determina si los añadidos contribuyen o corrompen el mensaje y cuándo es más conveniente preservar íntegramente la remanencia..
La obra de arte como producto tiene una trayectoria de vida.. No es ajeno a los fenómenos que lo rodean y está sujeto al tiempo como ente principal en la modificación de sus características.. Tanto las creaciones más antiguas como las más contemporáneas vienen determinadas por su conservación en función de las características de los componentes. El objeto de arte se transforma., así como la perspectiva del espectador cambia en paralelo. La intención original se reconfigura infinitamente, manteniendo vínculos con su contexto fundacional.
Las obras que forman parte de la exposición pretenden extrapolar imágenes fotográficas tomadas durante trabajos de restauración de arte.. El objetivo de las capturas es mostrar una narrativa experiencial, marcadas por las condiciones de conservación según las afectaciones de propiedades intrínsecas, origen extrínseco, y de naturaleza mecánica o química, causado durante la existencia de la obra artística. Las fotografías trascienden la función documental. Captan instancias dentro de un proceso complejo siguiendo la evolución desde el principio hasta el final de las intervenciones restaurativas.. Son gestos ilustrativos que buscan retener estados de un proceso dinámico.. Dirigen la mirada a detalles vivenciales de las obras. Del resultado de fotografiar una afectación o intervención, se origina una imagen abstracta donde cada representación contiene una historia de pérdida, abrasión o reunión. La distorsión se reconfigura en alusiones pictóricas.